Los detalles son escabrosos, incomprensibles, desconcertantes. Además de humillarla hasta hartarse, la golpearon hasta asesinarla y no contentos con eso, la descuartizaron!
Tenía 28 años, se llamaba Stephannye Castro Mora, originaria de Costa Rica. Era una persona absolutamente normal, no usaba ropa ajustada ni el pelo largo, si eso es problema, a parte de eso, su vida entre amigos, trabajo y familia, no distaba mucho de cualquier otra persona.
Su familia la amaba y respetaba su vida, como a todos sus hijos. Que ella vistiera como le gustara, no era tema, menos de quién se enamoraba.
El pasado miércoles, se le perdió la pista. Salió en la mañana a trabajar y nunca más volvió a casa. Su celular sonaba apagado. Esa noche, en las noticias, supieron que una chica había sido encontrada descuartizada, nunca imaginaron…
Una de sus amigas fue hasta el lugar para ver si era Stephannye. Ella relató que su cuerpo destrozado tenía puesto un vestido, cosa que ella en vida jamás hubiera usado. La humillaron, la obligaron a hacer cosas delante de ellos, la golpearon, la mataron.
La investigación continúa, aparecerán los culpables, pero ella no volverá.
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