Durante este tiempo de crisis, revuelo y despertar social he tenido que atender a muchxs pacientes de urgencia, con mucha angustia he incluso con riesgo suicida. Además quienes están más estables, no pueden dejar de reportar un malestar constante las últimas semanas. En momentos como estos, podemos manifestar síntomas de estrés, ansiedad y angustia. La mayoría de estos síntomas se producen por el aumento del cortisol en nuestra sangre, que es la hormona que secretamos ante el estrés con la función de ponernos en modo lucha o huida para defendernos de algún peligro externo.
Las marchas y la violenta represión policial, las noticias, las imágenes de violencia en RRSS nos mantienen al tanto de lo que está ocurriendo pero a la vez nos causa estrés debido. Que nuestro cerebro cuando ve un video de un carabinero golpeando a alguien, no distingue entre el video y lo que a mi me pasa, entonces reacciona como si lo estuviéramos viviendo en carne propia. Debido a lo anterior y a las preocupaciones personales que podemos tener relacionadas a la contingencia o a nuestra vida propia, es que un número no menor de personas está mostrando síntomas de agotamiento mental. Estos síntomas pueden ser muy variados y no necesariamente iguales en cada unx pero los más comunes son:
Cambios en el apetito (exceso o falta), baja libido, insomnio, no descansar al dormir, miedo repentino y/o constante, crisis de pánico, dolores de cabeza y musculares, diarrea/estreñimiento , ánimo bajo, no disfrutar actividades habituales, etc.
Frente a todos estos síntomas, es importante que si nos damos cuenta que padecemos alguno(s) busquemos ayuda de manera oportuna. Actualmente existen redes de salud mental que están brindando asistencia gratuita a quienes lo necesiten y si tenemos la posibilidad de pagarlo, podemos asistir a una consulta paga de unx psicólogx. Tambièn nos ayudará tener pequeños actos de auto cuidado durante el día como evitar ver las RRSS en la mañana al despertar y antes de dormir, juntarnos con seres queridxs y tratar de hablar de cómo nos sentimos, buscar espacios que nos dejen desconectarnos de lo que está pasando como ver una película, escuchar música o salir a comer algo si podemos.
La idea es poder distraerse un poco y sacar la mente de este modo contingencia. Es importante entender que somos humanos y tenemos límites, que no podemos ayudar a todxs, hacernos cargo de todas las problemáticas que nos preocupan o solucionar todos los problemas, aceptar que tenemos limitaciones nos va a permitir bajar un poco el nivel de frustración frente a la situación. Otro punto importante y que repito a diario en la consulta es comprender que NO TODO LO QUE PENSAMOS ES VERDAD y que LA GENTE CREA PROBLEMAS QUE NO EXISTEN.
Frente a angustia o situaciones difíciles muchas veces nos podemos a pensar desde el agobio en las peores posibilidades, lo peor que podría ocurrir o incluso nos ponemos me escenarios que no existen. A veces ocurre algo muy fácil de solucionar y nos atrapamos pensando que todo está perdido y eso nos hace sentir peor que la situación en sí. El llamado es a cuestionarnos en el momento, para un poco y decir ¿porque estoy pensando esto? ¿qué argumentos tengo para afirmar que esto será de la forma que me imagino? Muchas veces las cosas se solucionan de una manera mucho más simple y perdimos un montón de energía mental en crear posibles tragedias ficticias.
Por último, es clave cuidar nuestro sueño y alimentación: dormir 7-8 horas en un lugar silencioso y cómodo, evitar comer ultra procesados y chatarra, evitar café y estimulantes, preferir frutas cítricas y verduras de hojas verdes para desintoxicar tanto químico al que estamos expuestxs como las lacrimógenas y preferir alimentos ricos en triptofano como legumbres, frutos secos y proteínas ya que el triptofano ayuda a regular la serotonina y un buen nivel de serotonina nos permite hacerle frente al estrés y al cortisol de mejor forma. Por esto mismo un poquito de deporte nos viene de maravilla para cuidar la mente en estos momentos.
En fin, frente a tanta adversidad lo más importante es hacer frente con amor, amor propia para cuidarnos y amor por el otro para seguir aguantando.
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