Sobrevivir porque sabemos que vivir, es un privilegio heterosexual.
Soy una lesbiana nacida en los 90’s en Chile y todo esto está lejos de ser una guía para salir del closet. Las que llevamos bastante tiempo en esto de ser “cola, fleta, lesbiana, camiona o lela”, sabemos que los closets son como una muñeca rusa, empiezas por uno grande, pero no terminan nunca, podrías salir de uno nuevo cada semana.
Si hubiese tenido más herramientas y estos temas se hubieran conversado más en mi adolescencia y no “tirado para la talla”, todo hubiese sido mucho más fácil. Lo digo sabiendo que nací en el privilegio de la democracia, en una familia atea donde podía elegir lo que quería pensar. Pero, cuando llegó el momento de contarles a mis papás que era lesbiana, me decepcionaron y por años me costó superar ese momento. Creo que me demoré más en volver a mirarlos de la misma forma a ellos, que ellos a mí. Ni siquiera se imaginan como rompieron mi corazón ese día, además, no sabía que tenía que avisar mi preferencia sexual.
No te dejes engañar con frases que te harán sentir incluida como: “No importa con quien te acuestes porque somos todos iguales”. La mentira más grande de la homofobia para minimizarte y que no sientas identificación con nadie. La verdad es que somos diferentes, a quien amas cambia todo en la educacion de la sociedad y de tu vida, las experiencias de tus compañeros de colegio, trabajo, familia o hobbie,etc . No serán las mismas que la tuya. Por eso es importante, generar redes e inventar nuestras propias reglas, para sobrevivir en este mundo.
Algunas de las frases o preguntas que te encontraras en este camino frecuentemente son:
“Ojalá me gustaran las mujeres, pero me encanta el pene”, “Ay, si te encanta dártelas vuelta”, “Me da lo mismo lo que hagan si lo hacen en sus cuatro paredes”, “No se te nota lo lesbiana”, “Si quieres ser mamá acuéstate con algun hombre”, “No me vayas a dar vuelta”, “¿Te gustaría haber nacido hombre?”, “¿Quién es el hombre de la relación?”, “¿Si nunca te acuestas con un hombre, sigues siendo virgen?”,¿Cómo tienen sexo las lesbianas?, ¿Te puede gustar una mujer hetero?, “¿Cómo sabes que eres lesbiana si no haz probado con hombres?”, “¿Te gustan tus amigas?“, ¿Si te vistes asi, quieres ser hombre?, “¿Tienes algún trauma con los hombres, fuiste abusada?”. Este es un pequeño ejemplo del por qué somos diferentes.
Una mujer heterosexual no tiene que escuchar o estar expuesta a estas preguntas, eso quiere decir que alguna parte de nuestro cerebro siempre esta alerta o a la defensiva, esperando que alguien diga algo inadecuado. El cómo lo responderíamos o qué haríamos es muy diferente en cada situación, como en un trabajo que tienes que conservar vs en la calle o en un ambiente donde si te sentirías segura para responder lo que sientes. Además, no somos profesoras de nadie como para tener que aclararle nuestra vida a personas que muchas veces no son cercanas y te hacen sentir incómoda.
Aún no menciono una de las partes mas importantes o aterradoras: Te pueden matar o golpear en la calle solo si sospechan “lo que eres”, por tu identidad de genero o por si te ven en una pequeña muestra de cariño hacia otra mujer. Para estas circunstancias, también tenemos estrategias, en ciertos sectores de la ciudad creemos que podemos estar mas tranquilas (o quizas es una sensación de falsa seguridad), y en lugares destinados a las disidencias podemos estar con la guardia un poco más abajo. Pero sabemos que la posibilidad de poner un pie afuera y que haya un psicópata esperando siempre existe.
Todo esto puede sonar desolador, pero la verdad es que no cambiaría por nada del Mundo haber nacido lesbiana y parte de una pequeña comunidad. Soy una amante de la cultura homosexual y la verdad es que es difícil, pero a la vez hermoso, vivir en matices que la mayoría no. Por ahora, mis consejos mas valiosos son: Genera una comunidad con la que puedas sentirte cómoda, no invalides tu experiencia ni tu diferencia, vive tu proceso a veces tormentoso y si necesitas una persona, aquí estoy. Seguro habrá más lesbianas para ser tu soporte porque todas hemos estado en ese lugar de soledad. Ni los partidos políticos, ni la familia, ni la mentira de la igualdad, podrán entenderte como nos entendemos entre nosotras.
Debes estar logueada para comentar Login