¡Con solo un añito, Paulo está haciendo historia en su país! Tras una larga batalla, el sus madres han conseguido que el Registro Civil los reconozca legalmente como una familia, con todos los derechos que ello conlleva.
Las mamás son la psicóloga Danchelys Valdés y la antropóloga estadounidense Hope Bastian. Juntas y asociaciones LGBTI luego de años de lucha para aprobar el matrimonio igualitario, dieron este gran paso, que el 2021 llegará su máximo triunfo con un referéndum para hacer los cambios en el código de familia.
Sabemos de alguna forma, que Cuba tiene una historia de desencuentros en muchos ámbitos de derechos humanos, más aun para las lesbianas que desean ser madres, pese a tener un programa de reproducción asistida financiado por el estado. Dicho tratamiento, no tiene valides para este tipo de familias y esa la lucha que huy por fin ve luz al final dela camino.
Dachelys y Hope luego de tener tiempo de romance, deseaban ser madres, pero sabñian que en Cuba eso sería literalmente imposible, por lo tanto aprovecharon la nacionalidad de Hope para viajar a Florida y realizar un tratamiento de fertilización asistida.
“Lo bueno de hacerlo en USA, fue que permitió desde un principio, que legalmente las dos fueramos reconocidas como madres”, contó Dachelys.
El niño fue concebido vía FIV (Fertilización In Vitro) al primer intento. Por lo tanto volvieron a Cuba con Paulo en camino. Justo un mes antes, retornaron a Estados Unidos para que en el certificado de nacimiento aparecieran las dos mamás.
En Cuba, los niños nacidos en el extranjero hijos de cubanos, tienen el derecho a la ciudadanía, eso hizo que al solicitar el registro y al ver que en su certificado de nacimiento aparecían sus dos mamás, el Registro Civil no tuvo otra alternativa que reconocer a sus dos madres legales por primera vez en la historia del país.
El trámite como tal, es muy rápido en parejas heterosexuales, pero en el caso de esta familia se demoró casi un año.
“Estamos muy felices de que el niño tenga a sus dos mamás reconocidas, todos esos temores que teníamos de cómo íbamos a configurar nuestra familia desaparecen. Además sabemos que nosotras no somos única familia así en Cuba y las personas han tenido que recurrir a ser creativas para poder formar su familia con descendencia”, confidencia Dachelys.
Esta noticia, sumada a nuestro caso de Emma, Gigliola y su hijo Attilio, dan luz, dan esperanza a todo el resto de familias en países que un no las reconocen.
Vamos por ello!
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