La primera vez que me di cuenta que existía un privilegio que no me tocaba, fue cuando me di cuenta que era mujer en una sociedad machista y patriarcal. No lo entendí con esas palabras, claro. Pero si lo sentí.
A mi y mis 3 hermanos nos crió mi viejita sola mientras mi viejo trabajaba en otra ciudad o en el extranjero. Él traía la plata pero mi vieja se llevaba toda la pega de 4 mini demonios y todo lo que eso implica. Dejó de trabajar en su vocación por nosotros. No había nada que mi vieja no pudiera hacer. Nunca la escuché decir que necesitaba a mi papá o que le costaba algo. Carpintería, construcción, trámites bancarios, cocina, enfermería, todo lo hacia mi viejita y lo hacía excelentemente bien.
Yo nunca me creí el cuento que me vendían en el colegio católico de que las mujeres éramos diferentes porque mi mamá me enseñó que eso era puro cuento. Nunca lo dijo pero me quedó clavado.
Unos años después, me di cuenta de que había otro privilegio fuera de mi alcance: la familia. Podía tener hijxs y pareja, una casa y un negocio, pero no iba a ser jamás un matrimonio legal y las crías no iban a llevar nuestro apellido. Al parecer amar a otra persona con el alma no era requisito suficiente para que la ley nos amparara.
Entendí entonces que la heteronorma está en más lugares de los que vemos. No solo en la ropa, en las políticas de salud y reproducción, no solo en la educación. Casi 10 años después Chile se levanta. No quieren más privilegios para la elite, queremos una vida digna, queremos acceso a lo que se nos niega.
Hoy Chile sangra lo que las mujeres lesbianas llevamos sangrando años, décadas. Vi un cartel en la marcha que decía “si es solo, para algunos no es derecho es privilegio” y vi una luz. Ese cartel ha estado en nuestras marchas del orgullo hace años pero ahora ellos lo ven. Hoy más que nunca tenemos que levantarnos y hacernos visibles, tenemos que sacar la garra y luchar porque así como Chile despertó, las lesbianas también estamos despiertas y no vamos a dejar que nos oculten más.
La revolución será feminista o no será chicas, muestren la fuerza que siempre han tenido pa luchar. Y porfavor, las FFAA son instituciones homo, les y transfóbicas por excelencia así que ahora más que nunca no se dejen pillar!
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