“Está asustado
con el Chile en donde está viviendo”, con estas palabras, el padre de un niño
de tan sólo 12 años, relata la pesadilla que ha debido atravesar su hijo tras
ser víctima de violentos ataques homofóbicos por parte de sus compañeros en el
colegio San Lázaro de La Salle.
A su corta edad,
el adolecente ha debido conocer la cara más oscura de nuestro país, la
homofobia. Y tras una desesperada carta de ayuda, en el que relató cada uno de
los abusos de los que fue víctima por parte de una veintena de compañeros y que
llegó a manos de su profesora, fueron los padres del menor quienes recurrieron
al MOVILH para recibir la asistencia que sienten, el colegio no les dio.
Otros alumnos lo
venían “molestando por su orientación sexual, diciéndole marica y maricón. No
le permitían comer tranquilo en horario de almuerzo, le lanzaban comida a la
cara, lo hostigaban al ir al baño, le quitaban la mochila, sus cuadernos y lo
pateaban en el suelo”, denunció la madre. Sin embargo, el 1 de agosto pasado la
situación se salió de control.
El brutal ataque
se desató tras que una profesora le encargara cuidar las llaves de la sala de
clases y antes la negativa del menor de abrirle la puerta a sus compañeros, fue
perseguido, amenazado e insultado.
“Lo amenazaron y
le dijeron insultos de carácter homofóbico, lo cual terminó en una persecución
por el colegio de un grupo de 20 compañeros, quienes decían que “había que
pegarle al maricón”. Mi hijo terminó escondido en el laboratorio del colegio,
llorando sin protección, ni resguardo de ningún adulto del establecimiento”,
denunció la madre.
Tras la grave
situación vivida por el menor y por determinación de sicólogos y psiquiatras,
sus padres lo retiraron del colegio por lo que terminará el año con exámenes
libres. Mientras tanto la situación ya está en manos de la superintendencia de
educación, y es de esperar que este brutal ataque no quede impune.
Fuente: MOVILH
Fuente: 24 H
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