Zaida Bergroth captura la impecablemente la vida amorosa de la creadora de los Moomins, Tove Jansson, en un film lleno de retazos de sus inicios, temores y dudas, todo, en plena creación.
Tove Jansson es conocida por ser la creadora de los Mumins, entonces no es de extrañar que la historia de estos monitos con forma de hipopótamo se convirtieran en un fenómeno internacional. Hoy es una parte fundamental de muchas infancias desde la post II Guerra Mundial.
La directora Zaida Bergroth presenta una película centrada en la impredecible vida personal de Jansson, las dificultades que tuvo con su padre (interpretado por Robert Enckell) su experiencia durante y después de la Segunda Guerra Mundial.
Las secuencias iniciales de Tove parecen armadas al más puro estilo de una tira cómica: La acción salta rápidamente de una escena a otra, en las que obtenemos piezas importantes de información. La directora finlandesa, basa su trabajo en la idea de que, la mayoría de las veces, encontrar la verdad emocional es tan interesante como simplemente transmitir unos hechos. Entonces se nos revela que Tove es la hija de un escultor famoso, además de que la relación entre ambos es difícil de principio a fin.
Tove lleva una vida bohemia que incluye asistir a fiestas ilegales durante la Segunda Guerra Mundial, así como una aventura con un político casado. En esa época crea a los Mumins, solo por entretención, como garabatos que se hacen en cualquier papel, mientras se piensa. Es en ese tiempo que conoce a la hija del alcalde, Vivica Bandler, a quien describen burlonamente como “una mujer de clase alta que finge ser directora de teatro”, el flechazo entre ambas fue inmediato.
La película resulta especialmente intrigante cuando gira en torno a estas dos mujeres. Krista Kosonen, interpreta a Vivica como una mujer egocéntrica huraña y distante, que tan solo se preocupa por los sentimientos de otras personas cuando estos se alinean con los suyos, lo cual no pasa mucho. Casada por conveniencia y con un gran armario de época, Vivica le ofrece a Tove, por primera vez, la emoción de una historia de amor lésbico.
Sorprendentemente, esto resulta ser algo positivo, ya que encaja con el carácter antipático de Tove. En el papel principal nos encontramos a Alma Pöysti, en la piel de un bicho raro que se esfuerza por encajar en cualquier sitio. Se trata de una interpretación qeu produce ternura, ganas de acariciar su cabecita, resulta conmovedora e interesante.
En ese momento, los Mumins son solo un proyecto paralelo para la protagonista, ella quería dedicarse a pintar. Pero son son otros, como Vivica, quienes reconocen lo buenos que son sus dibujos. Tove se enamora de Vivica, pero esta se muda a París para hacer la vida que le gusta. Pero a pesar de esto, Vivica se gana su lugar en esta historia presentando una adaptación musical del libro de Tove La llegada del cometa, que resulta ser un gran éxito.
Tove y Vivica
No te contaremos más, solo te recomendamos verla. Está disponible en algunas plataformas por ahí, en ninguna de las conocidas. La verdad es que no sabemos si la temática de la película o qué, pero a pesar de haber sido nominada al Oscar durante el 2021, no se distribuyó en Sudamérica.
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