10 capítulos alucinantes que si sumas lluvia, sábado o domingo por la tarde, buena compañía y comida en el refri, te pegas la maratón sin problemas.
Siguen las mismas protagonistas de la primera temporada, menos una que se fue y volvió por una muy mala racha en el cine. Se suma una ex bailarina de toples, que obvio conoció y contrató el simpáticamente idiota “Sam Sylvia”, pero esta chica no es cualquiera, es latina, baila como los dioses y además es lesbiana, cosa que da el toque diverso al asunto este de las luchas femeninas.
Hay que decir que las chicas en comparación a la primera temporada, se han esmerado, con coreografías en el ring que te dejan wow! Simplemente fantásticas, tramas que no dejan enojarte con algún personaje por mucho tiempo, diálogos absolutamente conciliatorios y conflictos con fácil resolución, siempre en onda positiva. Cosa a parte son la preparación se sus personajes sobre la lona, trama casi de serie televisiva.
Mismo motel, mismos autos, mismo polvillo blanco en la chaqueta de Sam, sólo falta verla, no vas a poder parar.
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