Año a año nos enteramos de diversos hechos que afectan de forma directa o indirecta y que muchas veces pasan de ser una mala anécdota para no recordar a historias en donde la muerte se hace presente sin ningún tipo de consideración.
Buscando por aquí y por allá me fue muy complicado saber si el Estado ha contribuido real y directamente a cambiar esto con la creación de campañas efectivas contra la “homolesbotransfobia”, en lo personas no sé si es por una cuestión netamente de recursos o sólo porque el Estado busca hacer oídos sordos a este fenómeno que a nivel comunicacional está parcialmente invisibilizado.
Posiblemente es cierto que el Estado contribuye en cierto aspecto a entidades como “Iguales” o “Movilh” para “mejorar” los índices de aceptación de la comunidad del resto hacia el resto. Considero que esto no ha funcionado en su totalidad hasta hoy porque si dichas organizaciones siguen estando a cargo de las campañas contra la homolesbotransfobia, todo lo que producen sigue siendo un contenido de nicho y no expuesto a todo el resto de la sociedad para generar conciencia al respecto. Me encantaría algún día ver una campaña en la señal de televisión abierta y en horarios de alta audiencia para así cumplir parcialmente con su objetivo, digo parcialmente porque ante la intolerancia dura no se puede hacer mucho al respecto.
Si bien es cierto, y luego de lo sucedido con Zamudio, se creó la ley con su nombre para ir contra de los crímenes de odio hacia el colectivo LGTBBIQ+, es siempre darse cuenta que Chile es un país de reacción y que muchas veces deben pasar terribles acontecimientos y de trascendencia nacional para hacer algo al respecto. Es lamentable que las diferentes personas deban pasar por historias del terror para tener garantías y ser considerados. Sería genial tener acceso a la prevención en primera instancia para así luego no tener que lamentarnos ante todo lo malo que ocurre.
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