El pasado de 20 de enero Joe Biden, comenzó su mandato como presidente de los Estados Unidos, dando pie al fin, a un prometedor periodo de buenas nuevas para no solo para los Norteamericanos, si no que también para el resto del Mundo.
Un claro ejemplo, es la designación histórica de una mujer como vicepresidenta, que además es una reconocida feminista, Kamala Harris, transformándose en la primera mujer asumiendo dicho cargo. Además y por añadidura, Biden designó a una mujer trans para un cargo federal.
Su nombre es Rachel Levine, es profesora de pediatría y psiquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad Penn State, también y previo al nombramiento, se desempeñó como Secretaria de Salud en el estado de Pensilvania. Desde ahí ha estado trabajando para controlar el coronavirus que ya se ha cobrado la vida de casi medio millón de estadounidenses.
“La Doctora Rachel Levine aportará el liderazgo constante y la experiencia esencial que necesitamos para ayudar a las personas a superar esta pandemia, sin importar su código postal, raza, religión, orientación sexual, identidad de género o discapacidad, y así satisfacer las necesidades de salud pública de nuestro país en este momento crítico y más allá”, declaró Biden en un comunicado. “Ella es una opción histórica y profundamente calificada para ayudar a liderar los esfuerzos de salud de nuestra administración”. Terminó.
Los tránsfobos ya han comenzado a burlarse de la doctora Levine, y ya hay memes en las redes sociales donde se refieren a ella como un tipo disfrazado de mujer o un hombre que usa sosten.
Lo más importante es que sabemos que esa tipo de gente no tienen argumentos para atacar gratuitamente, más que su propio odio e ignorancia.
Lo único que debe demostrar Rachel, son sus capacidades y gestión.
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