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A veces, y con todas las injusticias que
vivimos día a día, muchos de nosotros simplemente no creemos en la Iglesia
Católica porque pensamos que Dios, si existe, nos ha dejado solos. Además nos
hemos enterado de los grandes errores que ha cometido el mundo católico, en
muchos aspectos, y en vez de posiblemente generarnos contención, nos genera un
rechazo absoluto. Es importante sí el hecho de no meter a todos las personas
del mundo católico a la misma bolsa, de hecho existen muchísimas personas de este mundillo que no nos discriminan y
entregan todo su cariño sin importar nada.
Este es el caso del obispo Raúl Vera de
Saltillo, capital del estado de Coahuila en México, que hace algunos días logró
demostrar que la Iglesia es para todos y que el amor de Dios no debe separar a
las personas, sino que todo lo contrario. Sin embargo, hubo feligreses que aún
no logran comprender esto y demostraron su rabia e incomodidad con la presencia
de la comunidad Lgbttiq+, no encontraron nada mejor que insultar fuertemente al
obispo.
Todo esto sucedió el pasado 20 de enero del
presente año cuando Raúl Vera desarrolló una misa para celebrar los derechos de
la comunidad Lgbttiq+, además reconoció el trabajo y activismo del grupo “San
Aelredo” que ha luchado por diferentes derechos desde el año 2001. Desde hace
mucho tiempo el obispo Vera ha sido uno de los pocos representantes de la
Iglesia Católica que hace mucho tiempo apoya la diversidad sexual.
Como lo comentamos, lamentablemente todo el
apoyo hacía el colectivo Lgbttiq+ se vio opacado debido a que luego de la misa
el obispo comentó a través de la cuenta de Twitter de la Diócesis sobre la
llegada de muchísimas cartas insultantes y de odio hacía el acto de abrir las
puertas de la Iglesia a la comunidad Lgbttiq+. Señaló: “Hace días aquí había una escandalera, porque
recibí a personas LGBT+ y les dije que tenían mucho que hacer por la Iglesia.
Tenemos que dejar los prejuicios por lo que hemos leído, dejar de tacharlos de
perversos.”
Independiente de los diferentes insultos hacía el obispo, fue bueno
saber que al mismo tiempo Vera también comenzó a recibir apoyo de diferentes
personas católicas y otros colectivos que sí o sí apoyaban la presencia de la
religión en la comunidad Lgbttiq+ y que el obispo siempre podría contar con el
apoyo de ellos para seguir luchando contra la indiferencia y odio de personas
que en vez de profesar amor, profesan odio.
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